El CESO en los medios

20/07/2015 - 01:59

Por Andrés Asiain

El último libro del economista Eduardo Levy Yeyati plantea “una explicación psicológica a la decadencia económica argentina”. De acuerdo al ex funcionario del BCRA durante el gobierno de Duhalde, “la Argentina fue rica demasiado pronto, a principios del siglo pasado, y luego dejó de serlo”. Ello generó un “síndrome de frustración” que se manifiesta en un “rentismo cortoplacista y un desdén por el esfuerzo”, una alta “propensión al consumo de las clases medias” y “la contracara de nuestra escasa capacidad de ahorro”.

 

Según el profesor de la UBA, la escasa frugalidad se traduce en “la dependencia de las transferencias y subsidios del gobierno” y nos lleva “al endeudamiento externo, a la dependencia del capital extranjero y a la violencia de los ciclos financieros”. También se vincularía con “nuestra relación conflictiva con las instituciones” que se evidencia en “el auto en doble fila, el perro en el arenero de la plaza, el trapito o el mantero o el restaurante en la vereda” como en la “aceptación social de la corrupción”.

 

Al respecto, es sabido que las hipótesis psicológicas son imposibles de refutar, hecho que ha llevado a algunos ortodoxos de la filosofía de las ciencias a considerar a la psicología como un pseudo-ciencia. Es por ello que más que refutar la hipótesis en cuestión, intentaremos acercar otras posibles explicaciones. Comenzando por la tendencia al “rentismo cortoplacista” pareciera corresponderse a una tendencia global en un mundo donde el capital financiero impone su lógica por sobre el productivo. Algo similar puede señalarse de la corrupción, que abunda en países de todo nivel de desarrollo. Tampoco la “propensión al consumo de las clases medias” parece una característica autóctona en la era de las “sociedades de consumo”. Al respecto, los estructuralistas señalaban a la imitación de pautas de consumo primermundistas en economías con aparatos productivos del mundo tercero, como una de las explicaciones claves del subdesarrollo. [...]

 

Mito completo AQUI

18/07/2015 - 09:34

Por Andrés Asiain

En los últimos días se conoció el “Barómetro de la deuda social argentina” que produce el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica (OSDA-UCA). En el mismo se señala que la pobreza alcanzaba al 28,7 por ciento de la población hacia finales de 2014. La cifra es similar al porcentaje de pobreza de los años noventa. La falta de estadísticas oficiales de pobreza brindó la oportunidad para que el Observatorio se presente ante la sociedad como una fuente fiable de información sobre la situación socioeconómica de los más humildes. Sin embargo, OSDA parece recurrir a los mismos métodos que critica al Indec.[...]

Nota de opinión completa AQUI
 

13/07/2015 - 11:24

Por Andrés Asiain

En una reciente nota de opinión, Lucio Garzón Maceda sostiene que la Unión Industrial Argentina apunta a que el próximo gobierno modifique el actual esquema de negociación salarial en paritarias por rama, sector, actividad o industria. De acuerdo al abogado laboralista, la asociación empresaria trabaja por el pasaje a negociaciones paritarias descentralizadas por empresa, escondiendo ese objetivo en el marco de un llamado a un gran “acuerdo social”. Esa “negociación de máxima centralidad, prudente y moderada, ceñida a variables macro” sería articulada “a nivel de la empresa” atomizando las negociaciones paritarias. Quienes cuestionen la nueva institucionalidad laboral, serán presentados como “enemigos sociales, aliados y promotores corporativos del flagelo inflacionario”.

 

La advertencia del ya veterano militante cordobés, permite anticipar el debate por venir en torno a la conveniencia o no de las paritarias por empresa. A su favor, se suele señalar que las actuales paritarias imponen aumentos salariales que no toman en consideración la situación de cada empresa particular, especialmente de aquellas pequeñas y medianas cuya rentabilidad no aguanta para sostener los niveles salariales acordados. También, que al tratarse de una multitud de pequeñas negociaciones que no alcanzan por sí misma una gran trascendencia social, evita la competencia a nivel de grandes sindicatos por quien consigue el mayor aumento, permitiendo una negociación más realista. [...]

 

Mito completo AQUI