El CESO en los medios

Por Andrés Asiain
Un reciente editorial del diario La Nación se titula “La estafa de los planes sociales”. Señala que los planes sociales no pueden ser considerados un acierto de una gestión que lleva 12 años ya que deberían ser “una medida de forzosa índole provisoria para hacer frente a una emergencia”. También indica que casi la mitad del presupuesto de planes sociales lo aporta la Anses, afectando la capacidad de incrementar el monto mínimo de las jubilaciones, cuyo valor también se ve comprometido por las moratorias jubilatorias que sumaron 3 millones de beneficiarios con aportes incompletos.
Para saber que considera el editorial como planes sociales, hay que ir a la fuente original de varias notas sobre el tema que viene publicando el diario de los Mitre: una serie de estudios de la Fundación Libertad y Progreso, usina liberal financiada por el CATO Institute dependiente del grupo económico norteamericano de los hermanos Koch. Su autor, un concejal de San Isidro de un partido vecinal llamado Marcos Hilding Ohlsson, engloba como plan social a todas asignaciones familiares y por embarazo, el plan conectar igualdad, pensiones no contributivas por invalidez o a ex combatientes, los planes de vivienda, la ayuda escolar, comedores escolares, plan argentina trabaja, manos a la obra, seguro de desempleo, urbanización de villas y asentamientos, microcréditos, becas diversas. [...]
Mito completo AQUI

Por Andrés Asiain
En una reciente nota de opinión, Alberto Benegas Lynch (h.) analiza la “cuestión social” vinculada con el “tema del desempleo, de los salarios y de los sindicatos”. Luego de suponer que “un grupo de náufragos llega a una isla deshabitada” y se pone “a pescar, subirse a los árboles para recoger frutos, defenderse de las fieras salvajes” para después intercambiar los frutos de su trabajo, concluye que “no hay tal cosa como desempleo, mientras se permitan los aludidos arreglos libres y voluntarios”. Por ello, para el profesor de la Universidad de Buenos Aires, “la interferencia gubernamental estableciendo demagógicamente salarios superiores a los de mercado directamente o indirectamente a través de sindicatos fascistas, expulsa a los que más necesitan trabajar del mercado laboral”.
Un aspecto que se le escapó al académico asociado del CATO Institute (una usina liberal promovida por el grupo económico norteamericano de los hermanos Koch), es que los trabajadores argentinos no viven en islas desiertas donde se les ofrecen ilimitadas oportunidades de empleo en la recolección de frutos, la pesca o la caza. Justamente, la creación de un “mercado de trabajo” vino de la mano de la utilización del alambre y el winchester para que un pequeño grupo se apropiara de las tierras, obligando al resto a buscar el sustento mediante el conchabo. Sólo en algunos márgenes del territorio y del sistema, la recolección, la caza y la pesca continúan siendo una posibilidad para sobrevivir cuando escasea el trabajo asalariado. [...]
Mito completo AQUI

Por Andrés Asiain
Hace unos meses, una reunión empresaria convocó a algunos exponentes de la ortodoxia económica. Fiel a las tradiciones neoliberales, los economistas recitaron sus plegarias a favor del achicamiento del Estado, la apertura importadora, el cese de las regulaciones cambiarias y el regreso a los mercados de deuda. El sermón terminó con un llamado a “brindar por el capitalismo”, donde las culpas empresariales por haber acumulado ganancias bajo el pecaminoso desorden populista de los últimos años se expiaron al beber la sangre de Cristo transformada en liberal vino espumante.
El mentado brindis pone sobre la mesa que, para la ortodoxia económica y gran parte del empresariado, no todo capitalismo es capitalismo. Desde la perspectiva neoliberal, la existencia de regulaciones estatales que limiten el libre albedrío de las corporaciones es considerada una infiltración comunista en el seno mismo del sistema. Así lo consideraba el establishment norteamericano tras la Segunda Guerra Mundial, comenzando una cruzada macartista para expulsar a los keynesianos que se habían “infiltrado” en el aparato estatal bajo la gestión Roosevelt.
Si el capitalismo desregulado podía ser un ambicioso proyecto para consolidar mundialmente el poder del establishment estadounidense de mediados del siglo XX, como proyecto para el empresariado criollo del presente roza lo grotesco. [...]
Mito completo AQUI
- ‹ anterior
- …
- 511
- 512
- 513
- 514
- 515
- 516
- …
- siguiente ›