El CESO en los medios

06/04/2015 - 22:58

Los indicadores de venta de supermercados, centros comerciales y recaudación del impuesto al valor agregado de los últimos meses marcan incrementos nominales similares a la evolución de los precios (de acuerdo a índices provinciales). Es decir, el consumo mantiene niveles similares a los de 2014, sin incrementos ni descensos de magnitud.

 

La perspectiva de unas paritarias que cierren sin demasiadas dilataciones en las negociaciones, aumentos anuales alrededor del 30% (en línea con la inflación esperada y, tal vez, levemente por encima), hace prever la continuidad de esa tendencia, con posibilidades de leves mejoras hacia mediados de año. 

 

Un incremento más acelerado del consumo interno parece difícil de sostener en un contexto de escasez de dólares, donde las señales de Brasil parecen augurar flojas perspectivas en materia de exportaciones. El consumo interno, especialmente en lo que hace a bienes de línea blanca, electrodoméstico, telefonía celular, computadoras y automóviles, derrama en gasto de divisas para financiar el elevado porcentaje de componentes importados que registran dichas industrias. Es por ello que cuando la economía enfrenta restricciones de divisas, existe escaso margen para la aplicación de políticas contracíclicas basadas en la expansión indiscriminada del consumo interno. [...]

Nota de opinión completa en:

"El límite lo impone la escasez de divisas" por Andrés Asiain para Diario Tiempo Argentino (05/04/2015)

06/04/2015 - 22:54

La restricción externa aparece como el principal problema que enfrenta la economía argentina en este año electoral, y existen varias soluciones para enfrentarla. 

El proyecto neoliberal concibe dos formas de encararlo: el primero es el endeudamiento externo del sector público, la famosa "lluvia de dólares" que alejará los fantasmas de la restricción externa y permitirá una rápida salida de los controles de cambio, siendo el "cepo" el principal apuntado. 

Esa política es la que se viene llevando a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, cuyo endeudamiento en dólares es creciente, y configura lo que podríamos llamar un "populismo generacional", en el sentido en que los ajustes se transfieren a las generaciones futuras, mientras las generaciones presentes gozan de la "libertad" de gastar dólares.

La segunda opción es la salida exportadora, en la cual confluyen los discursos devaluadores del "atraso cambiario" y los pedidos de ajuste fiscal. 

La llamada opción exportadora es, en verdad, la búsqueda de un ajuste en el mercado interno para poder reducir el nivel de importaciones, dado que las exportaciones argentinas dependen más de los precios internacionales que de nuestro tipo de cambio. [...]

Nota de opinión completa en: 

"El mercado local es la mejor alternativa" por Martín Burgos para Diario Tiempo Argentino (05/04/2015)

06/04/2015 - 22:51

Un parámetro para medir la situación social es la pobreza y el otro termómetro es el desempleo. Un informe denominado “Los olvidados. Pobreza crónica en América Latina y el Caribe” publicado por el Banco Mundial arrojo una serie de datos y conclusiones a tener en cuenta. Primero, “unos 70 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza”, una reducción impresionante, entre 2000 y 2012. La pobreza extrema paso de 24,5% al 12,3% en el mismo periodo.

 

Sin embargo, el informe pone el foco sobre los pobres que nunca salieron de esa situación, y los denomina “pobres crónicos”. Solamente tres países tuvieron una tasa de pobreza crónica alrededor del 10% y son Uruguay, Argentina y Chile. Pero Uruguay y Argentina tuvieron una tasa menor al 10% mientras que Chile está por encima del 10%. Esta situación de bajas tasas, se explica particularmente por el periodo de crecimiento económico, pero recomienda “integrar las políticas de desarrollo y asistencia social con el fin de apoyar a los pobres crónicos” y continuar el “proceso de movilidad ascendente”. Por ello es imprescindible el rol del Estado en el proceso de una mejora en la distribución del ingreso y condiciones sociales para los hogares.

 

El otro termómetro social es el desempleo, que actualmente, es del 6,9% y marca una estabilidad social que permite al Estado planificar políticas más especificas en la población según rango de edad, regiones y complemente de ingresos. [...]

 

Nota completa aquí: 

"Inversión social distributiva y pobreza crónica" por Ernesto Mattos para Diario BAE (06/04/2015)