En la liquidación de divisas estaría implícito el faltante de alrededor de u$s 6,3 mil millones stockeado por los productores y/o cerealeras.
El productor que, siguiendo las recomendaciones de algunos referentes de la denominada “Mesa de Enlace”, especuló con un cambio en la política cambiaria y retuvo parte de la cosecha no hizo una buena inversión. Según el informe de precios futuros de granos del Mercado a Término de Buenos Aires (MTBA), el precio de una tonelada de soja para la próxima cosecha cotiza un 27% menos que en mayo de este año, y continúa disminuyendo, por las buenas perspectivas de producción para la próxima cosecha.
Esto significa que haber demorado la venta de la oleaginosa podría traer pérdidas al productor de entre un 27,3% a un 31,9%, debido a que el aumento en el tipo de cambio no llegará a compensar la baja en los precios del cultivo. En la comparación, cualquier otra inversión alternativa como puede ser un tradicional plazo fijo o la incorporación de un bien de uso a su capital, hubiese sido más muchísimo más rentable.
El otro perjudicado por este comportamiento es el Estado, que dejaría de percibir un monto equivalente al señalado en ingresos por derechos de exportación y, sobre todo, por las divisas que financian las importaciones de la industria nacional.