Proyecciones macro 2019: dólar a $ 41,7 en diciembre de 2019 (promedio anual $ 40,1) e inflación del 35%.
El centro de las estimaciones gobierno el desempeño de las variables macroeconómicas dependen de la estrategia de estabilización cambiaria. En las proyecciones para el año 2019 el gobierno estima que el dólar cotizará en promedio a $40,1, registrando una devaluación menor al 9% para todo el año. Es decir, que para el gobierno la corrida de agosto fue la última y las presiones que siguen serán totalmente administrables. Debido a ello, si no se cumple la proyección del dólar aparecen tres consecuencias sobre las estimaciones del presupuesto. La primera es que el tipo de cambio fijo funcionará como un ancla nominal para los precios. Según se anunció se ingresará en un sendero desinflacionario hacia enero de 2019, resultado una inflación promedio anual del 35% para todo el 2018 y del 23% “punta a punta” para diciembre del 2019. Si se devalúa más, la inflación proyectada será mayor. La segunda es el efecto de la mayor inflación el salario real y por ende el consumo. El gobierno estima cierta recuperación del salario hacia la segunda mitad del año, en coincidencia con el cronograma electoral. Si se devalúa más, la caída del PBI será aún mayor. En tercer lugar están las estimaciones del gasto e ingresos. Por el lado de los gastos, los subsidios y pagos de la deuda crecen al calor de una mayor devaluación. Por el lado de los ingresos, los ingresos de derechos de exportación y aranceles a la importación aumentan junto al valor de la divisa, y el impacto inflacionario de la devaluación repercute en una mayor recaudación de iva, ganancias e impuesto al cheque. La clave para saber hacia dónde se inclinará el saldo presupuestario, es si el resto de las partidas de gasto mantendrán su valor nominal (cayendo en términos reales) o, si por el contrario, serán actualizadas.
Proyecciones macro (II): El PBI cae al menos 0,5% en 2019 (inversión -9,7%, consumo público -3,4% y consumo privado -1,6%), que por el efecto ya superaría el 1,5%.
El gobierno estima que el año 2018 registrará una caída del PBI del 2,4% para 2018 (5 pp menos que lo proyectado en el presupuesto anterior), donde se destaca la caída del consumo privado por más de 3,4%, concentrando la totalidad de la baja en el segundo semestre de 2018 debido a los efectos de la corrida cambiaria mayo-agosto. El 2019, también será un año de caída, donde se estima una caída del PBI de 0,5%, debido a una contracción en la inversión del 10%, del gasto público del 3,4% y del consumo privado del 1,6%. Respecto a este último el gobierno espera que, hacia la segunda mitad del año, dada que la proyección de estabilidad cambiaria permitiría mejorar el salario y el consumo enteramente, ya que el gasto público parece que viene sin año electoral (ver apartados gasto público). En ese sentido, la recuperación hacia el segundo semestre debería más que compensar la caída de la primera mitad del año. Si se consideran los efectos arrastres del 2018, el PBI ya superaría una caída del 1,5%.
Ajuste del gasto público (I): aumentos de tarifas de electricidad y gas, se espera el traspaso del transporte a las provincias (Buenos Aires y CABA las más perjudicadas).
El objetivo del presupuesto del año que viene es el del déficit primario cero. Para ello se estima un crecimiento de los ingresos por encima de los gastos, generando un cierre de la brecha fiscal primaria por el equivalente a 2,7% del PBI. Por el lado de los ingresos, se destaca la mayor recaudación por la implementación de retenciones. Debido a ello, y al efecto de la inflación, se espera que genere ingresos tributarios adicionales por 3,4% del PBI ($627.469 millones extra, +45% i.a.). Por el lado de los gastos, se espera reducir el gasto en subsidios económicos (transporte) en 0,7% del PBI ($ 128.900 millones, -18% i.a.) por traspaso de los subsidios a las provincias (BS AS y CABA las más perjudicadas), 0,5% del PBI ($ 92.076 millones,-7,2% i.a.) por la reducción de los gastos de capital -a la espera de que repunten los Proyectos de inversión Público-Privada (PPP)-, 0,3% del PBI ($ 55.246 millones, 1,3% i.a.) por la quita de subsidios energéticos y el mayor aumento tarifario, y 0,3% del PBI ($55.246 millones, -17,5% i.a.) en transferencias corrientes a las provincias.
Ajuste del gasto público (II): ¿dónde quedo el año electoral? Se reducen las partidas en más de $ 16.000 millones. Se apuesta todo a que los “proyectos de participación público privada” compensen el impacto el económico. No se registra transferencias de capital a las provincias ni a las universidades.
Los “gastos de capital” de la Administración Nacional previstos para 2019 ascienden a $ 184.217 millones (4,4% del gasto total), registrando una caída nominal de $ 17.370 millones, equivalente a un 8,62% respecto a 2018 (caída real de más 42 puntos). Más en detalle, casi la totalidad de la caída gastos de capital se explica por la disminución en “inversión real directa”. Este concepto alcanza $ 86.969 en 2019, cayendo en $ 16.766 millones, el equivalente a un 16% i.a. En este sentido, el gobierno espera contar con entre $ 11.000 y $ 16.000 en inversiones en proyectos de PPP, principalmente viales. Con esto se busca “neutralizar” el efecto económico la caída de la inversión pública con la ejecución de Proyectos Público privados. Sin embargo, recién en un año y medio de funcionamiento solo se adjudicaron seis corredores viales. Según se informa se encuentra con potencial de ser licitados se concentran en cuatro sectores: i) Energía y Minería, con 11 proyectos en desarrollo; ii) Transporte, Comunicaciones y Tecnología, con 31 proyectos bajo análisis; iii) Agua, Saneamiento y Vivienda, con 34 proyectos en estudio; y iv) Salud, Justicia y Educación, con 4 proyectos. Estos proyectos alcanzan un total de USD 38.452 millones.
Deuda, deuda y más deuda: el presupuesto en divisas proyecta emisiones de deuda por más de USD 29.000 millones. Esto no incluye nuevo acuerdo con el FMI, ni Letes. De incluirse el acuerdo con el FMI, el Estado Nacional tendría cubierto su necesidad neta de dólares y hasta habría superávit en divisas. Pero el sector privado podría necesitar fondeo extra de entre USD 3.424 y USD 25.000 millones.
El gobierno envió un proyecto de presupuesto que no incluye el fondeo extra del FMI acordado en el segundo acuerdo de septiembre. Igualmente, de acuerdo a la información presentada en el mensaje del proyecto de Ley es posible estimar el resultado en divisas del Estado Nacional. Neteando los vencimientos de deuda e intereses intra-estado, las necesidades de dólares resultantes para el 2019 serían de USD 29.000 millones, compuestas por USD 9.600 millones de organismos internacionales, USD 10.500 millones de vencimientos de capital y USD 8.900 millones de no poder refinanciar letes. Por el lado del financiamiento, el fondeo extra del FMI anunciado el 27-9-18 implicaría el desembolso de USD 11.900 millones más para 2019, sumado a los USD 11.700 millones ya acordados y USD 4.600 de organismos internacionales. El Sector Público Nacional tendría un saldo de divisas levemente deficitario, por USD 1.000 millones. A su vez, en el caso de que pudiese refinanciar el REPO de bonos con bancos privados en poder del BCRA por USD 2.900 millones, hacer roll over de letes por un monto mayor que implique fondeo de USD 7.120 millones, y conseguir cierto acceso adicional a los mercados internacionales por USD 2.800 millones. Esto implicaría un fondeo extra de USD 12.820 millones. En el saldo, habría un excedente para el Estado Nacional de USD 11.820 millones.
Si se establecen dos escenarios para el sector privado, resultaría un balance en divisas de la economía argentina entre USD 2.905 y USD 21.204 millones. En el escenario adverso, el monto a responder con reservas es muy significativo. Es poco probable que el FMI respalde esta política y no frene los desembolsos antes. En este sentido, un escenario de corrida cambiaria plantearía una desestabilización financiera que podría, incluso antes de que las reservas bajen en ese monto, un freno a los desembolsos del FMI y la necesidad de renegociar el acuerdo.
Universidades: aumenta el presupuesto en $34.000 M (+39,7% i.a). Se incluye compensación salarial, pero se frena la obra pública. Los fondos extra previstos son retenidos discrecionalmente por el ministerio de educación.
El desembolso al sostenimiento de la educación superior se incrementa para el año 2019 en un 39,17% respecto a 2018 (+2 pp. por encima de la inflación), siendo el mayor incremento dentro de las transferencias corrientes, principalmente como complemento salarial y de funcionamiento, según se detalla en la información agregada de transferencias corrientes a universidades nacionales. Sin embargo, se destaca que gran parte del refuerzo presupuestario adicional no aparece detallado en ninguna institución quedado en partidas del ministerio de Educación de manejo discrecional. Es así que de los $ 144.736 millones adicionales para 2019, casi $ 22.000 (14,7% del total del presupuesto universitario) son retenidos en partidas del ministerio de educación sin asignar, entre las que se encuentra una partida especial para refuerzo salarial (programa 26, actividad 22). En el detalle por institución, se informa que este presupuesto se encuentra dividido entre la Universidad de Buenos Aires (15% del total), Universidad de Córdoba (5,9% del total), La Plata (5,8% del total), Tecnológica Nacional (5,3% del total), Rosario (4,2% del total) y otras 54 universidades nacionales (47,9% del total). Casi todas las universidades registran incrementos interanuales de sus transferencias entre un 27% y 30%, a excepción de la UBA que se incrementa un 33%. No se registran fondos para obra pública, haciendo caer los gastos de capital en un 99% i.a, reduciéndolos virtualmente a cero. Además, no aparece mayor detalle sobre el ingreso de investigadores al CONICET, ni becarios doctorales y post-doctorales.
Provincia de Buenos Aires en el año electoral: crecen las transferencias corrientes indexadas de asistencia social, se estancan los planes de cooperativas y la obra pública.
Un apéndice del presupuesto desagrega el detalle del gasto según ubicación geográfica. La provincia de Buenos Aires es el destino geográfico del 22% del total del gasto nacional. En términos generales, el gasto en el distrito crece un 28%. Sin embargo, al analizar su composición se observa un fuerte sesgo al refuerzo de las transferencias corrientes indexadas por ley como son las jubilaciones, pensiones, AUH por encima del 43% i.a.; un estancamiento de los planes de fomento de empleo (cooperativas argentina trabaja reconvertidos a salario social complementario) aumento 15% i.a., y de la obra pública nacional, aumento 5% i.a. En el contexto del deterioro de la situación social de la mano de la caída de la actividad económica, estas partidas seguramente deban ser reforzadas.
“La plata de los jubilados”: El gobierno espera obtener $ 96.000 M de la venta de fondos del FGS para financiar gasto corriente.
Entre las estimaciones de recaudación, en el presupuesto 2019, se registra un inusual crecimiento en los recursos de capital. Esto se debe a que el gobierno estima obtener fondos frescos provenientes de la venta de activos de Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del ANSES. Los fondos estimados de esta operación serían $ 96.319 millones, y representan para 2019 un incremento del 524% i.a., debido a la venta de activos por $ 18.391 millones (663% i.a.) y la venta de acciones de participación de capital por $ 73.123 del FGS. Según la interpretación del gobierno estos fondos se obtendría a través de la “disminución de la inversión financiera del Fondo de Garantía de Sustentabilidad para afrontar los compromisos del Programa de Reparación Histórica según establece la Ley 27.260” (p. 69). De modo que, aunque no se conoce el tipo de activo que se privatizará, se intuye que se utilizaran ganancias del FGS (inversiones financieras) y tenencias de capital (según trascendidos, se trataría de tierras y propiedades públicas junto a 2 centrales eléctricas de ENARSA). Estos fondos irán destinados al financiamiento del gasto corriente.