¿TIENE TECHO LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA? - JULIO 2021
26/07/2021 - 10:15
Empleo - PBI - Actividad - Precios e ingresos - Finanzas públicas - Finanzas y bancos - Balance cambiario - Sector externo

¿TIENE TECHO LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA?

El proceso de recuperación económica tras la caída más fuerte de la actividad que se vio en décadas tiene dos características  fundamentales: es todavía incipiente y muy heterogéneo. Es incipiente porque todavía está sujeto a la evolución de la pandemia. Los indicadores reflejan el impacto que tuvo la segunda ola en los meses de abril y mayo. Y, aunque algunos indicadores de actividad son auspiciosos, no alcanza a verse la mejora en todas la variables económicas. Por ejemplo, la mayor actividad todavía no se traduce de forma contundente en la creación de empleo registrado privado o en la ampliación de la capacidad productiva. También es heterogéneo porque la intensidad de la recuperación depende del sector de actividad y del segmento de ingresos donde se ubique la actividad productiva. No se ve lo mismo en el sector turismo que en el bancario o agropecuario, por ver dos extremos. Tampoco es lo mismo un local de indumentaria de consumo masivo que otro con productos caros destinado a un público restringido (cuyos clientes incluso solían gastar parte de sus ingresos en el exterior y tienen otros gastos de entretenimiento bastante recortados por las actividades habilitadas en la pandemia).

En estas condiciones, el gobierno entra a una campaña electoral que puede arrojar un balance atípico. Si sólo se evaluara la situación económica, el resultado tendría que ser negativo para el gobierno. Eso alienta a consultoras y partidos del establishment a emparentar la actual gestión con la del gobierno de Macri. Pero el resultado puede ser muy distinto al que pretende la derecha opositora si en la evaluación económica, antes de votar, se considera quién es el responsable de la crisis. En 2019 no había dudas de que se debía a un enorme descalabro económico generado por el propio gobierno en su política de endeudamiento externo y especulación financiera. Hoy en día, se puede juzgar mejor o peor la administración de la pandemia pero, sin dudas, el gobierno no es su responsable directo. Por lo tanto, la clave está en no dejar dudas sobre los esfuerzos realizados desde la política económica para cambiar la tendencia en el nivel de actividad, en el empleo y en los ingresos.

Al respecto, estar bajo un acuerdo con el FMI a esta altura del partido hubiese limitado el margen de acción para consolidar este proceso incipiente y heterogéneo. Por ello, es una buena señal que se haya pospuesto el acuerdo con el Fondo para después de las elecciones. Por otro lado, la oposición tiene un claro problema para capitalizar la mala situación económica. Para un espacio político que pulverizó el poder adquisitivo de los ingresos de las mayorías se hace muy difícil convertirse en una alternativa económica tentadora mientras que todavía perduran los desastrosos efectos económicos de su gestión. [...]

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