EL PRESUPUESTO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA NACIONAL PARA EL AÑO 2021 - NOVIEMBRE 2020
04/11/2020 - 13:15
Contexto macroeconómico - Resultado primario y financiero - El presupuesto de gastos - El presupuesto de recursos - Fuentes y aplicaciones financieras - La perspectiva de género en el presupuesto 2021 - Normas complementarias

EL PRESUPUESTO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA NACIONAL PARA EL AÑO 2021

El presupuesto 2021 es muy especial por varios motivos. En primer lugar, porque se trata de un presupuesto de pandemia. El nuevo contexto internacional post Covid obligó a los gobiernos a incorporar en el 2020 un importante paquete de estímulo que presumiblemente se espera sea menor el año siguiente. En segundo lugar, se da también que el año 2020 no tuvo presupuesto propio, sino que se utilizó una prórroga del de 2019. Ambas cosas hacen que las variaciones del gasto e ingresos se vean algo distorsionadas. Además, también vale destacar es que se trata del primer presupuesto elaborado con perspectiva de género, lo que incluye un abordaje interjurisdiccional con el ojo puesto en disminuir brechas de género.

Las proyecciones macroeconómicas que plantea el gobierno para 2021 establecen tranquilidad cambiaria y baja de la inflación.

Se habla de un presupuesto realista en términos de proyecciones, pero, a la luz de las circunstancias actuales, necesitan algunos supuestos adicionales a los que se hicieron en septiembre de 2020 como es el ordenamiento cambiario y de precios.

Hay que advertir que el presupuesto es un programa de estimación de recursos y proyección de gastos y no un plan de gobierno. Tal cosa resulta importante para entender que, más allá de los efectos de las estimaciones y su correspondencia con la realidad, difícilmente funcione como un ancla de expectativas. Habrá que ver como se desenvuelve la economía al margen de las proyecciones que tenga el gobierno.

En términos de PBI, se espera dejar atrás los efectos más nocivos de la cuarentena, los cuales quedarán como los peores índices de actividad de la historia. El presupuesto estima un crecimiento en 2021 de 5,5%, revirtiendo la caída estimada para 2020 de 12,5%. Igualmente, de sostenerse los niveles de recuperación registrados hasta agosto 2020 por el EMAE, la caída de 2020 podría ser menor a la proyectada.

En cuanto a la dinámica precios-dólar, se espera que la inflación cierre el 2020 con un 32% y el tipo de cambio a diciembre en $81,4. Para 2021 la inflación se espera sea del 29% y el tipo de cambio sea de $102,4, o sea, se prevé una devaluación anual del 25,3%.

Si la inflación continuase en el sendero a la desaceleración proyectado, o incluso es mayor, el efecto sobre recursos sería hacia la baja y el déficit sería mayor.

Desde el gasto, se destacan dos grandes cambios. Por un lado, la reestructuración de deuda y la menor presión de gastos relacionada a ella en comparación con los años previos. Por el otro, la readaptación de los programas de emergencia a un contexto de “pospandemia”.

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