La Ley de presupuesto para el año siguiente continúa los lineamientos generales presentados los años anteriores, donde se prioriza la seguridad social como política de fortalecimiento del mercado interno para impulsar el crecimiento.
Sin embargo, entre las previsiones macroeconómicas sobre el desempeño del sector externo resultan sobredimensionadas ya que estima un repunte de las exportaciones (+22,8%) y una fuerte expansión del superávit comercial (+21%) que, en un contexto de caída del precio de las materias primas y bajo crecimiento en Brasil, no es de esperar que se cumplan. Además de ello, se prevé un tipo de cambio promedio de $ 9,45 (+15,6%) y una inflación anual promedio de 15,6% (+11,4 dic-14/dic-15). En este sentido, una tan fuerte desaceleración de la dinámica inflacionaria implica la estabilización cambiaria y un estricto seguimiento de la dinámica precios-salarios (tipo acuerdo social) de difícil concreción. Por otro lado, respecto al financiamiento del gasto en divisas, se destaca la usencia de especificaciones en la colocación de nuevo endeudamiento deuda externo (sobre todo la capitalización del fondo de desendeudamiento por más de u$s 11.000 millones).
Más detalladamente, en la ecuación fiscal estima un fuerte aumento del superávit primario (equivalente a 1% PBI) y un resultado fiscal deficitario (-1% del PBI), dado por un aumento de los Ingresos Totales (28%) mayor que los gastos totales (14%).
Sobre los recursos, se prevén aumentos en los Ingr. Tributarios (28%) por mayor recaudación del IVA (29%), derechos a la expo. (29%) y ganancias (28,8%), y las contribuciones a la seguridad social (27,5%). Entre el resto de los ingresos corrientes se destaca el aumento en Rentas de la Propiedad (25,8%) por el adelanto de dividendos del FGS-ANSES y BCRA.
Dentro del gasto público, el concepto que más aumenta son las prestaciones de la Seguridad Social (29%) que explica en gran medida (un 35% del total) la evolución del gasto público. A su vez, considerando los aumentos nominales, algunas partidas disminuyen en términos reales como las transferencias corrientes (9%) y de de capital (8%) debido a que, al igual que en el presupuesto pasado, no se contemplan aumentos en los subsidios a los servicios públicos. Dentro de este concepto (29% del total del gasto) se registran caídas en las transferencias corrientes a empresas públicas (-2,8%), no se prevén aumentos en las transf. corrientes. a empresas privadas (0,4%), aunque si se contemplan aumentos en las asignaciones familiares (18,7%).
En términos del endeudamiento, se prevé la colocación de $ 670.000 millones, cuyo principal origen son adelantos transitorios del BCRA (40,4%), y otras colocaciones de deuda donde no se detalla su origen. Entre estas se destina la capitalización del Fondea/Fondoi (Fondo de Desendeudamiento) por u$s 11.809,2 millones. El principal destino del nuevo endeudamiento (en pesos y dólares) es el pago de amortizaciones de la deuda en adelantos del BCRA (41,5%) y títulos públicos (13,7%). Más específicamente, del presupuesto en divisas del sector público financiero y los vencimientos de capital e intereses de la deuda en moneda extranjera se desprende que el gobierno deberá afrontar desembolsos por deuda y otros conceptos por u$s 15.525 millones, donde se destaca el vencimiento de capital e intereses del Boden 2015 (u$s 6.352 millones) y vencimientos con organismos internacionales (u$s 2.240 millones).
Como disposiciones complementarias se establece la extensión impositiva a la importación de hidrocarburos (Art.23, 31 y 40). Se capitaliza el Fondo Nacional de Empeo (Repro) por $ 2.155 millones (Art.14) y el Pro.Cre.Ar por $ 15.000 millones (Art. 68). En materia de infraestructura, se autoriza la importación libre de impuestos de material ferroviario, de obras de Enarsa y Aysa (Art. 56, 57, 62 y 64).