Síntesis
El gobierno de la alianza Cambiemos definió como política energética, la liberalización del precio de los combustibles desde
principios de 2018, quedando la determinación del precio interno atada a la evolución del dólar y el barril de petróleo en el mercado
internacional.
La corrida cambiaria iniciada a fines de abril que produjo una devaluación del 25% del peso frente al dólar, indujo al Gobierno
Nacional a firmar un acuerdo con las petroleras para congelar el precio de los combustibles por dos meses, ante el temor de que un
nuevo incremento en el precio de las naftas impactara fuertemente en la inflación. Por supuesto, este acuerdo va en sentido
contrario a la política energética implementada este año.
A pesar de dicho acuerdo, en la mañana del 1 de junio de 2018, AFIP emitió la Resolución 4257/2018 según la cual el Impuesto sobre
los combustibles y el Dióxido de Carbono aumentaría ese día, impactando en un alza de entre 4,5 y 5% en el gasoil y las naftas. Dado
que las petroleras aún no han traspasado todo el aumento del dólar al precio en surtidor, se esperan nuevos aumentos en los
próximos meses. En este contexto, el aumento de los combustibles aleja aún más la posibilidad de cumplir con la meta de inflación
pautada para este año.
A raíz de los últimos aumentos, decidimos analizar los nuevos precios de los combustibles en los principales surtidores de venta al
público de Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista.
Nos preguntamos en qué ciudades es más económico consumir gasoil, nafta y GNC, cuanto aumentaron en los primeros meses de
2018, durante el último año y desde la asunción de Cambiemos al gobierno nacional.