¿HAY UN PLAN ECONÓMICO DE REACTIVACIÓN?

La pandemia dio un golpe casi mortal a una economía que venía lastimada por dos años de recesión. Desde el estallido del programa de sobreendeudamiento de la gestión Macri, allá por mayo de 2018, casi todos los indicadores económicos sufrieron un paulatino deterioro.
La crisis del coronavirus agravó esos números tanto por su impacto externo -baja en la demanda de nuestras exportaciones y salidas de capitales desde la periferia hacia el centro-, como por el impacto interno de parálisis de amplios sectores por una cuarentena que se extiende en el corazón financiero, comercial, administrativo y, en menor medida, productivo del país: el AMBA.

Las duras cifras de baja en la actividad con su correlato en pérdidas de empleo e ingresos, pone en el centro de la escena la necesidad política de un plan de reactivación. Sindicatos, empresarios, movimientos sociales, acreedores van arrimando sus propuestas al gobierno, intentando que sus intereses prevalezcan en el hipotético renacer de nuestra economía. Intentando hacer equilibrio entre las presiones sectoriales y las críticas opositoras por “falta de un plan”, el oficialismo elabora un amplio abanico de propuestas. Las “60 medidas para salir de la crisis” tendrán la difícil tarea de armar un programa económico coherente que, además, satisfaga parcialmente las demandas de los distintos actores sociales y sin lastimar la cohesión política del Frente de Todos. [...]

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