Síntesis
La aceleración de la inflación posterior a las elecciones le dio un nuevo golpe al poder adquisitivo de los asalariados y, como consecuencia, al consumo.
El paquete de medidas post electorales que incluyó la suspensión del IVA a un conjunto de productos de la canasta básica alimentaria, cuyo impacto no fue el esperado; el congelamiento de combustibles, que terminó anticipadamente el 19 de septiembre; y el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias; entre otras medidas, resultan insuficientes para mitigar los efectos de la devaluación sobre la demanda agregada.
Los datos de agosto y los primeros números de septiembre muestran que la recesión sigue firme y que las góndolas ya votaron.
Destacados de prensa
El peor septiembre en venta de autos 0km en los últimos 12 años para la provincia de Santa Fe. Se registró la menor cantidad de ventas desde el comienzo de la serie en 2008. Se vendieron 3.364 unidades, 22% menos que el mismo mes del año anterior.
El changuito cada vez más chico. Durante los últimos 14 meses las ventas reales en supermercados santafesinos cayeron en forma interanual. “Indumentaria, calzado y textiles para el hogar” y “Verdulería y frutería” fueron los rubros más golpeados.
El consumo de cemento consolida su caída. En el último año la caída fue impulsada por la disminución en el consumo de bolsa de cemento (relacionada con las obras de menor magnitud) mientras que la caída de venta a granel (vinculado a la obra pública) fue menor. Esto quiere decir que ante la retracción del sector privado, el Estado, en lugar de funcionar como amortiguador, también disminuyó su consumo.
El consumo de energía eléctrica repunta de la mano del congelamiento de tarifas. Desde agosto de 2018 el consumo evidenciaba reducciones interanuales. Sin embargo, en septiembre la demanda de energía eléctrica fue 4,5% superior al igual mes del año anterior, constituyendo el único rubro de consumo analizado con incrementos.
El crédito al consumo evoluciona de manera dispar. Los montos operados del principal financiamiento utilizado para el consumo, la tarjeta de crédito, se mantuvieron en igual nivel que el año anterior. Por su parte, los créditos prendarios y los créditos personales continúan contrayéndose en relación con igual mes de 2018.
La confianza del consumidor del interior crece en relación con un año atrás. Al comparar el indicador contra el año anterior se observa un crecimiento, aunque se encuentra a niveles bajos en relación con el período 2015-2017.
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