SÍNTESIS
El consumo es el componente con mayor peso en el producto interno del país. El análisis de su evolución resulta, por tanto, fundamental para comprender los cambios que se producen en nuestra economía y los efectos que las decisiones de política macroeconómica tienen sobre este agregado.
Para la Provincia de Santa Fe analizamos las siguientes variables de consumo: Patentamientos de Automóviles, Ventas en Supermercados, Consumo de Cemento, Consumo de Energía Eléctrica, Créditos al Consumo e Índice de Confianza del Consumidor.
DESTACADOS DE PRENSA
Las ventas de los supermercados recortan su caída. En el mes de junio la caída real fue del 8,5%, los rubros más afectados fueron Alimentos preparados y rotiserías, Panadería y Calzados y Textiles. El rubro Electrónicos y Artículos del Hogar fue el que más se incrementó.
Tras 2 años de caída, aumentaron los patentamientos de 0Km en Santa Fe. Los efectos de la apertura post cuarentena, las bonificaciones de la concesionarias y la brecha cambiaria hicieron que en el mes de junio se patentaron 4.130 autos 0km en la provincia de Santa Fe, un 79% más que lo vendido el mes anterior (2.307) y un 25% más que en junio 2019.
La venta de cemento recupera los niveles del 2019. La caída interanual fue prácticamente nula (0,6%). A partir de la flexibilización de las medidas de aislamiento tomadas como consecuencia de la pandemia mundial, la actividad fue una de las primeras en empezar a recuperarse en nuestra provincia.
Se recupera el financiamiento al consumo de la mando de los créditos a tasa cero y rebote de créditos prendarios para la compra de 0Km. Luego de 24 meses, los Préstamos Prendarios presentan una variación real positiva en términos interanuales (32%), los Préstamos Personales alcanzan un crecimiento real del 1% con respecto al mismo mes del año anterior. Por su parte, el financiamiento a través de Tarjetas de Crédito continúa en caída (-61%).
El consumo de energía eléctrica parece frenar su caída de la mano de la recuperación del consumo residencial y de una menor caída en la demanda de Grandes Usuarios. La vuelta a la actividad tuvo un efecto dispar; desaceleró la caída de consumo de las industrias y comercios (-16%) a la vez que creció en los hogares (+17%). El saldo fue un aumento del 1% en la demanda total de energía.
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