
El gobierno de Milei logró terminar el 2024 pudiendo hacer frente a los vencimientos de deuda sin tener acceso al mercado a través de dos mecanismos. En la primera mitad del año, acumuló reservas gracias a una recesión que bajó el nivel de importaciones, postergando el pago de una parte de las mismas y con la emisión de los BOPREALES. En la segunda mitad del año, el sector externo cerró gracias al “puente” que significó el Blanqueo.
Para 2025 deberá hacer frente a vencimientos por más de U$S 15 MM; cifra que podría incrementarse si el rollover de la deuda privada y/o de las provincias no es total, o si se comienza a cancelar el swap con China.
La necesidad de divisas seguirá en incremento si se continúa con el proceso de apreciación cambiaria y/o con la apertura importadora. También si el BCRA continúa utilizando dólares para contener la brecha cambiaria.
Para aumentar el ingreso de divisas el gobierno redujo temporalmente las retenciones a las exportaciones agropecuarias; medida que al momento no parece ser efectiva.
También habilitó a bancos comerciales a otorgar créditos en dólares a personas que no tengan ingresos en esa divisa con el objetivo de seguir comprando reservas, aumentando el riesgo sistémico.
Agotadas las variables, un nuevo acuerdo con el FMI parece ser la última carta del gobierno para llegar a las elecciones sin una crisis externa.
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